La Enoxoparina es un medicamento ampliamente utilizado en todo el mundo ya que actúa: evitando la formación de coágulos sanguíneos mediante la inhibición de ciertas proteínas y deshaciendo el ya formado.
Sus indicaciones van desde la profiláxis tromboembólica venosa, pacientes con ciertas enfermedades agudas como insuficiencia cardíaca aguda, en hemodiálisis, embolismo pulmonar o síndrome coronario agudo.
También ha sido utilizado para la profilaxis de la formación de trombos en COVID-19, pero en este punto no incidiré por la continua revisión de los tratamientos para esta enfermedad.
Ahora que sabemos qué es y para qué sirve, toca decir una curiosidad. Esta molécula tan maravillosa, que tantas vidas ha salvado y salvará se obtiene de un animal, concretamente del cerdo.
De la mucosa intestinal del cerdo se obtiene la heparina y esta después de una transformación química obtienen enoxoparina. Otra curiosidad es que el nombre de heparina lo recibió porque esta molécula se encontró en primer lugar en el hígado del perro.
Se obtiene del intestino del cerdo y con datos de 2019, casi el 80% proviene de China. Cuando en 2019 se detectó una epidemia de peste porcina africana en China esto se convirtió en un problema y puso el suministro mundial de la heparina (y derivados) en alerta roja.
Esto hizo que se intentara la reintroducción en Estados Unidos, de la heparina procedente del pulmón bovino, el cual se dejó debido a la encefalopatía espongiforme bovina (enfermedad de las vacas locas) en la década de 1990.
Esto refuerza aún más el refrán: «del cerdo hasta los andares».