Según la OMS la diarrea se define como heces sueltas o líquidas con una frecuencia de 3 veces o más al día.
Si bien la causa principal en nuestro entorno es el virus, las causas pueden ser: bacterias, parásitos, hongos, inmunológicas, fármacos, radioterapia, intolerancias… por lo que el tratamiento depende del agente causal.
Afortunadamente, como hemos dicho, la diarrea vírica es la más común y además se resuelve por sí sola en unos pocos días, sin necesidad muchas veces, de acudir al médico.
Sin embargo, si junto con la diarrea aparece fiebre alta, dolor abdominal intenso, vómitos de más de 5 días, sangre y/o moco, se puede tratar de algo más grave y hay que acudir al médico.
Ante la diarrea el objetivo principal es evitar la deshidratación, entendiendo como tal, la pérdida de agua y electrolitos (sales). Con esto, hay que vigilar el estado de la piel, la sed intensa y la orina oscura para evitar un shock hipovolémico, que se traduce como la muy baja cantidad de sangre, hasta el punto de que el corazón resulta ineficaz para bombear sangre,lo que lleva a parada cardíaca y fallo renal.
Dicho esto, ¿ qué nos tomamos? ¿La bebida isotónica que nos recomienda el vecino, amigo, familiar o incluso el médico? O ¿hacemos caso al farmacéutico que nos recomienda los sobres para diluir en agua?
Antiguamente se utilizaba la limonada alcalina (1L de agua hervida, zumo de ½ limón, 1 cucharada azúcar, pizca de sal y pizca de bicarbonato). Ya no se utiliza ya que son medidas poco fiables, ya que limones hay de muchos tamaños, al igual que las cucharadas y las pizcas.
Las bebidas isotónicas se pensaron para la rehidratación después del ejercicio ( van bien para eso), se anuncian para el ejercicio (van bien para eso), se venden para el ejercicio ( porque van bien para eso).
Pero, ¿por qué?
Porque durante el ejercicio el cuerpo elimina agua a través del sudor (para evitar el sobrecalentamiento del cuerpo) y sales, concretamente sodio, sin embargo en la diarrea se pierde agua y sobretodo potasio.
De esta manera estas bebidas tienen en su composición el doble de sodio y cloro que en los sueros de farmacia, sin embargo tienen 3,5 veces menos de potasio.
Para colmo y que sea más atractiva, el ésta y otras bebidas del mismo tipo, contienen una muy alta cantidad de azúcar (necesario para el deporte), que en caso de diarrea, como aumenta la osmolaridad se dificulta la absorción de agua y se empeora la diarrea.
Si a alguien se le ocurre rebajar el esta bebida con la misma cantidad de agua, la concentración de sodio será la adecuada pero de potasio tendrá 7 veces menos, lo cual puede acarrear deshidratación celular, calambres, alteración cardíaca….
De la misma manera que nuestros padres nos obligaron a tomar el jarabe de niños, que sabía a rayos, porque era lo mejor, ahora de mayores hagamos también lo correcto. Si hay diarrea tomemos las sales de rehidratación oral (SRO), aunque de sabor estén peor.